martes, 28 de abril de 2009

CHICO MENDES............


Chico Mendez


Nacido en la noche del 15 de diciembre de 1944 en el seringal de Porto Rico, estado de Acre en la Amazonia occidental y selvática, hijo de Francisco Mendes, quien había llegado en 1926 para trabajar en la obtención de caucho de las heveas (denominados seringueiro) e Iraci Lopes Filho, hija y nieta de seringueiros, Francisco Chico Mendes… supo desde que salió del vientre de carencias y sobreexplotación.
Los límites de sus horizontes los derribó Euclides Fernández Távora, refugiado político en Amazonia, quien inició a Chico Mendez a los 14 años en el arte de la lectura y escritura a partir de viejos diarios y revistas; al mismo tiempo, una radio de onda corta les susurraba los acontecimientos de Brasil y del mundo.
Iniciados los setenta, el presidente brasileño Medici decide trasladar las topadoras a la selva para construir una carretera de 5.000 kilómetros que permita llevar el progreso a la Amazonía; las consecuencias fueron dramáticas: el impacto sobre los nativos que vivían en la región fue trágico (por ejemplo: los nambiqwara se redujeron de 20.000 a solo 650 después de la construcción de la BR-364).
Por la carretera arriba los fazendeiros y los garimpeiros, que hicieron de la deforestación de la selva el modus operandis de sus actividades económicas: los bosques eran remplazados por fincas de dudosa rentabilidad (la producción de carne para las hamburguesas resultó un fracaso debido a la erosión de los suelos); por la carretera, indígenas y seringueiros abandonan sus hábitats para hacinarse en los suburbios de las ciudades.
Con el transcurrir del tiempo los incendios se masifican; los fazendeiros fraguan y adulteran los títulos de propiedad, mientras el Estado despoja de sus territorios a los indígenas y seringueiros que los habitaban. Más aún, en tierras tan alejadas son los fazendeiros los que sustituyen al Estado en el monopolio de la violencia: quienes no abandonaban sus tierras eran despojados a la fuerza y muchas veces perdían tierra y vida.
Ante los embates de fazendeiros, garimpeiros y un Estado que contempla (¿cómplice?) desde la lejanía, seringueiros, pequeños productores e indígenas se movilizan para defender su medio ambiente: nacen los “empates”. Desde el sindicalismo, Chico trabaja intensamente en esta respuesta para detener la destrucción de la selva. Su trabajo pronto superara los límites nacionales: el movimiento para alertar sobre la fragilidad de la selva amazónica se internacionaliza.
Pese a los esfuerzos, las quemas en la Amazonia no decrecen: los satélites detectan que una superficie dos veces mayor que la de Suiza está ardiendo en 1987; según los cálculos, de los incendios se emiten a la atmósfera más de 500 millones de toneladas de dióxido de carbono; es decir: el 10% del aporte planetario anual de gases de efecto invernadero.
Su activismo es distinguido en junio de 1987 por las Naciones Unidas al otorgarle el Premio Global 500; poco después lo distingue la Better World Society. Ese mismo año, en Acre se incrementa la resistencia frente a los avances de la colonización agrícola y la tala indiscriminada. Chico postula la expropiación de tierras para crear reservas extractivas. El éxito internacional y la resistencia local intensifican la furia de los fazendeiros: el 22 de diciembre de 1988 Chico muere de un disparo hecho desde la oscuridad. Han transcurrido veinte años… de intensa deforestación de la Amazonia.

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